El intercambio entre Grenoble y Soria (curso 18-19) ya se ha completado y puede calificarse de un éxito rotundo.
Sólo hubo una semana de diferencia entre mi estancia en el Lycée Pierre Béghin y la de Chrystel Blaise en el IES Gaya Nuño. Ello favoreció un mayor vínculo entre ambas profesoras ya que prácticamente durante un mes estuvimos compartiendo clases y experiencias.
Durante mi estancia en el lycée francés, además de entrar en las aulas en las que se impartían clases de español con alumnos realmente motivados y en un número que a mí me pareció extraordinario, pude compartir reuniones convocadas por el director para aclarar dudas sobre los cambios educativos previstos para los años siguientes; junto a la orientadora francesa asistí, previa autorización de los padres y los alumnos implicados, a reuniones de los mismos en las que se abordaban los problemas de abandono escolar o de malos resultados académicos. Además, en esa época, tuvieron lugar las pruebas del BAC en la parte de comprensión oral. Los días previos y el día de realización de las mismas, trastocan a profesores y alumnos, dada su trascendencia.
La relación con los alumnos fue cordial y enriquecedora, así como los tiempos compartidos con el resto de profesores de español y demás compañeros. Por supuesto, la colaboración para conocer la zona y sus alrededores ha sido magnífica y ello me permitió visitar ciudades y lugares de gran interés cultural.
Por lo que se refiere a la visita al IES Gaya Nuño de la colega francesa, al ser nuestro instituto mucho más pequeño que el suyo, favoreció una acogida familiar por parte de profesores y alumnos.
Seguramente esta cercanía sea la característica de nuestros centros. Participó en las clases de francés de todos los niveles educativos, quedando gratamente sorprendida por la forma de trabajar sobre todo con los alumnos de 1º o de 2º de ESO, ya que para ella sus alumnos más jóvenes tienen 16 años. Además, asistió a otras clases como Cultura Clásica o Tecnología de la Información, con lo que pudo ampliar el abanico de estrategias educativas aplicadas en las aulas.
También viajó de excursión con los alumnos a Zaragoza y durante el tiempo libre recorrimos la geografía castellana.
Para darle continuidad a este proyecto, acordamos establecer una correspondencia vía mail entre los alumnos de 16-18 años de ambos institutos para que también ellos puedan compartir aficiones, ideas…
Para concluir, manifestar mi apoyo firme a este tipo de experiencias, que nos ayudan a comprender mejor el trabajo que se lleva a cabo en el ámbito educativo en otros países y en el nuestro. Ya que siendo observados y obsevando, se analizan detalles que se han incorporado a la rutina y que se realizan de manera inconsciente, y sólo alguien desde fuera puede percibir.
Sólo me queda agradecer el esfuerzo que, con este tipo de programas, se está haciendo en favor de la enseñanza- aprendizaje de los idiomas.
Sólo hubo una semana de diferencia entre mi estancia en el Lycée Pierre Béghin y la de Chrystel Blaise en el IES Gaya Nuño. Ello favoreció un mayor vínculo entre ambas profesoras ya que prácticamente durante un mes estuvimos compartiendo clases y experiencias.
Durante mi estancia en el lycée francés, además de entrar en las aulas en las que se impartían clases de español con alumnos realmente motivados y en un número que a mí me pareció extraordinario, pude compartir reuniones convocadas por el director para aclarar dudas sobre los cambios educativos previstos para los años siguientes; junto a la orientadora francesa asistí, previa autorización de los padres y los alumnos implicados, a reuniones de los mismos en las que se abordaban los problemas de abandono escolar o de malos resultados académicos. Además, en esa época, tuvieron lugar las pruebas del BAC en la parte de comprensión oral. Los días previos y el día de realización de las mismas, trastocan a profesores y alumnos, dada su trascendencia.
La relación con los alumnos fue cordial y enriquecedora, así como los tiempos compartidos con el resto de profesores de español y demás compañeros. Por supuesto, la colaboración para conocer la zona y sus alrededores ha sido magnífica y ello me permitió visitar ciudades y lugares de gran interés cultural.
Por lo que se refiere a la visita al IES Gaya Nuño de la colega francesa, al ser nuestro instituto mucho más pequeño que el suyo, favoreció una acogida familiar por parte de profesores y alumnos.
Seguramente esta cercanía sea la característica de nuestros centros. Participó en las clases de francés de todos los niveles educativos, quedando gratamente sorprendida por la forma de trabajar sobre todo con los alumnos de 1º o de 2º de ESO, ya que para ella sus alumnos más jóvenes tienen 16 años. Además, asistió a otras clases como Cultura Clásica o Tecnología de la Información, con lo que pudo ampliar el abanico de estrategias educativas aplicadas en las aulas.
También viajó de excursión con los alumnos a Zaragoza y durante el tiempo libre recorrimos la geografía castellana.
Para darle continuidad a este proyecto, acordamos establecer una correspondencia vía mail entre los alumnos de 16-18 años de ambos institutos para que también ellos puedan compartir aficiones, ideas…
Para concluir, manifestar mi apoyo firme a este tipo de experiencias, que nos ayudan a comprender mejor el trabajo que se lleva a cabo en el ámbito educativo en otros países y en el nuestro. Ya que siendo observados y obsevando, se analizan detalles que se han incorporado a la rutina y que se realizan de manera inconsciente, y sólo alguien desde fuera puede percibir.
Sólo me queda agradecer el esfuerzo que, con este tipo de programas, se está haciendo en favor de la enseñanza- aprendizaje de los idiomas.
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